Existen diversas formas de preparar la castaña comestible, y algunas de las más comunes son las siguientes:
- Asada: La castaña comestible asada es un clásico de la temporada de otoño. Para prepararlas, haz un corte en la piel de cada castaña con un cuchillo afilado y colócalas en una bandeja para hornear. Luego, hornea las castañas en el horno a 200 grados Celsius durante unos 20-30 minutos, o hasta que la piel se abra y la carne esté suave. Deja que las castañas se enfríen un poco antes de pelarlas y comerlas.
- Hervida: Otra forma de preparar las castañas es hervirlas. Para ello, coloca las castañas en una cacerola con suficiente agua para cubrirlas completamente y añade sal al gusto. Lleva el agua a ebullición y cocina las castañas durante unos 20-30 minutos, o hasta que estén suaves. Retira las castañas del agua caliente y pelarlas mientras aún están calientes.
- En puré: Si quieres preparar una receta más elaborada, puedes hacer puré de castañas. Para ello, primero asa o hierve las castañas, como se describe anteriormente. Luego, pela las castañas y colócalas en un procesador de alimentos junto con un poco de mantequilla, leche y azúcar al gusto. Mezcla todo hasta obtener una mezcla suave y homogénea, y sírvela como acompañamiento de carnes, en tostadas o como postre.
En cualquier caso, es importante tener en cuenta que la castaña comestible debe ser cocida o asada antes de consumirla, ya que su piel es dura e incomestible y su carne es rica en almidón y puede resultar indigesta si se consume cruda.